Maestría

Maestría

En busca de la autenticidad.

Maestría en:

El miedo no siempre es una señal de alto

Todos sentimos miedo, es natural. Pero no todo miedo significa detenerse. Posponer una decisión por miedo no es neutral; te encierra en un ciclo de indecisión que te hace cada vez más vulnerable.


Todos tenemos miedo.

Es la emoción primaria por excelencia.

Nos cuida. Nos protege. Nos impide hacer estupideces.

Pero también nos paraliza. Nos bloquea. Nos hace evitar lo que más nos conviene.

¿Por qué?

Porque lo desconocido asusta. Porque hay riesgo.

Porque tomar una decisión significa abrir una puerta y cerrar otra.

Y eso siempre genera vértigo.

Todo lo que realmente vale la pena en el medio y largo plazo implica una decisión.

Y cada decisión conlleva un riesgo.

”¿Y si sale mal?”

”¿Y si me arrepiento?”

”¿Y si pierdo lo que tengo?”

Donde hay riesgo, hay miedo. Y el miedo te dice que te detengas.

Pero no todo miedo significa alto.

La clave es aprender a distinguir el miedo real del miedo imaginario.

Pregúntate esto:

“Si no hago nada, si sigo inmóvil… ¿qué pasará conmigo?”

¿Qué te da más miedo, la decisión o la consecuencia de no decidir?

Ejemplo personal

He empezado de cero.

Nueva entorno. Solo. Sin garantías.

Tengo un plan, pero no certezas.

Estoy entusiasmado, sí. Pero también aterrado.

Porque quedarme donde estaba parecía más seguro. Más estable. Más cómodo.

Pero en realidad, quedarse no es neutral.

El tiempo sigue corriendo. La vida sigue avanzando.

Y quizás creas que no decidiendo te apartas del miedo. Que lo evitas.

Pero no es verdad.

Ese miedo volverá. Más tarde o más temprano.

Y cuando vuelva, es posible que sea peor.

Porque llegará cuando tengas menos libertad de maniobra.

Y quien sabe, quizás sea demasiado tarde.

Y entonces no será miedo.

Será terror.

Lección: El miedo no siempre es una señal de alto

Crees que posponer la decisión te da margen, que te mantiene a salvo. Pero en realidad, lo único que hace es debilitarte. Te acostumbra a la indecisión. Te encierra en un ciclo donde cada vez es más difícil moverte.

No decidir no te protege.

Solo te hace más vulnerable.